sábado, 17 de marzo de 2012

YO, LABORATORIO

Resulta fructífero comparar la narrativa con la astronomía, tal como lo demuestra el brillante comentario de Andrés Neuman. Comparto con ustedes el artículo.
Andrés Neuman

Astronomía y narrativa comparten la obsesión visionaria por observar el conflicto incesante del punto de vista. Ambas tratan de acercarse a algo que parece conocido pero resulta un misterio: el cielo estrellado, la naturaleza humana. Hay escritores ptolemaicos y escritores copernicanos. Los primeros parecen creer firmemente que la realidad gira alrededor de sí mismos. Los segundos sospechan que ellos mismos orbitan alrededor de otros cuerpos. Unos serían geo, egocentristas. Otros serían helio, aliocentristas. El narrador geocéntrico suele dar cuenta de quién es. Profundiza a partir de su propio centro. El narrador heliocéntrico tiende a querer ser otro. Se convierte en aquellos individuos que observa.

La diferencia entre ambos arquetipos no depende, por supuesto, del uso de la primera o la tercera persona. Al contrario: lo fascinante es cómo, sin salir del espacio del yo gramatical, la escritura es capaz de albergar infinitos puntos de vista. La llamada autoficción, que arranca en la picaresca y eclosiona en la posmodernidad, sin duda representa un procedimiento rico. Que yo mismo he practicado con placer. Ahora bien, no hay por qué limitar la primera persona a la autobiografía, cuando la maravilla de la literatura es que también consigue transmitir voces ajenas, recordar en plural.

La primera persona es un laboratorio. Nuestro yo literario, una cobaya. Que permite alterar, mutar la propia identidad. Un narrador bien puede someterse a entornos extraños, provocarse dolores desconocidos, transplantarse memorias ajenas. Esos experimentos fuerzan los límites de quien creemos ser, para asomarnos a la incógnita de quienes podríamos ser o haber sido. Visto con telescopio, yo somos muchos. Y todos ellos, como demostró Pessoa, podrían ser sinceros. El heterónimo desborda al alter ego. Lo despoja de su biografía para mostrarle su cara. Para contar la historia de cualquier hijo de puta, por ejemplo, lo más interesante sería dejarlo hablar, explicar sus razones. Quizás hasta descubrimos que se parecen mucho a las nuestras.

Tomado de Revista Ñ



miércoles, 14 de marzo de 2012

LA HORA DEL PLANETA



Desde hace seis años se realiza esta actividad mundial organizada por la WWF:La Hora del Planeta. Tan solo el año pasado cinco mil ciudades de 135 países en todo el mundo se unieron a esta cruzada global bajo el lema “Apaga la luz, enciende el planeta”.

Por ello Perú no puede evitar esta responsabilidad con el mundo y con las personas que nos rodean. “Todos sabemos que el cambio climático nos está enfrentando a consecuencias diarias que son bastante adversas y los que más sufren son las poblaciones más vulnerables. Y esto es consecuencia de los propios actos humanos que ha hecho que el planeta llegue a un nivel de eventos climáticos extremos”, comentó Manuel Pulgar Vidal, ministro del Ambiente durante la presentación de La Hora del Planeta, donde estuvieron también destacados artistas como Edu Saettone y Fernando Armas.


El 31 de marzo a las 8:30 de la noche tendrán que apagar la luz de sus casas hasta las 9:30, en un evento simbólico que nos recordará que debemos utilizar tan solo la energía que necesitamos.
“Estas emisiones están referidas a las fuentes de energía que emiten dióxido de carbono y otros gases. Por eso la campaña de La Hora del Planeta (…) Cada uno de nosotros tiene una huella ecológica y esa huella ecológica la podemos disminuir”, concluyó el ministro.

Tomado de El Comercio


El MINEDU ha elaborado este tríptico que comparto con ustedes para que sea difundido.

sábado, 10 de marzo de 2012

LA SOCIEDAD CAMBIA, LA ACADEMIA, NO

Por Mercedes Bengoechea
Es lingüista y ha sido decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá.  

El pasado domingo la mayoría de los medios reproducían un informe firmado por veintitrés académicos y tres académicas de número de la RAE, «Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer». Lo primero que me llamó la atención al leerlo fue un error gramatical en el mismo: se hablaba de mujeres como «miembros femeninos de un comité». La expresión es errónea sintácticamente puesto que, según el diccionario de la propia Real Academia Española, miembro es un sustantivo común: miembro. 7. com. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral. (Diccionario de la RAE, 2001).

Para la gramática normativa, los sustantivos comunes referidos a personas se acompañan de artículos y adjetivos que indican el sexo de la persona de referencia. Por tanto, miembro debe concordar con adjetivos masculinos o femeninos dependiendo del sexo de la persona aludida. «Miembros femeninos de un comité», según los propios criterios de la RAE serían individuos del sexo masculino que... ¿visten de rosa, son cariñosos con sus hijas?... individuos que poseen alguna cualidad que lleva a calificarlos de «femeninos», pero ciertamente no mujeres. Siguiendo la norma académica, ellas serían en todo caso «miembros femeninas de un comité». Como podrían ser también, por recurrir a otro sustantivo común, «unas testigos estupendas» (pero no ‘estupendos’). Todo ello, aplicando a rajatabla la norma académica.

Desconozco si la RAE castigará de rodillas contra la pared al Sr. Bosque, autor del informe, por cometer errores de concordancia gramatical. Pese a que multitud de estudiantes y escolares han probado en sus carnes el castigo ante el error ortográfico o gramatical, espero que no sea así con el Sr. Bosque, quien ha expresado con su acostumbrado tono ponderado y elegante un sentimiento que algún otro académico prefiere manifestar aderezado con profusión de insultos y exabruptos. Las formas corteses excusan los errores y merecen el perdón y el elogio. 

Para poder explicarnos el error del Sr. Bosque deberíamos ser capaces de expandir nuestra concepción de la lengua y dejar de identificar lengua y norma. El Sr. Bosque aplicó la norma vigente en 1992, cuando el DRAE clasificaba el sustantivo miembro como uno masculino: miembro. 3. masc. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral. (Diccionario de la RAE, 1992).

¿Qué había ocurrido entre 1992 y 2001 que llevó a la RAE a cambiar la clasificación del sustantivo? Que muchas mujeres pertenecientes a consejos de administración, a tribunales o a organizaciones políticas empezaron a poblar los discursos mediáticos. Y los medios, sin hacer caso de la normativa académica, redactaban «ha sido detenida la miembro de ETA» o «Fulanita ha pasado a ser la miembro número tres del Consejo». Ante la avalancha de casos en los que el sustantivo miembro se escribía con artículo femenino, la RAE decidió clasificarlo en la edición 22a de su diccionario como sustantivo común, y no como sustantivo únicamente masculino.

Esta anécdota ilustra a la perfección la rica y compleja vida de la Norma... y de las lenguas. Estas laten sometidas a fuerzas contrapuestas, centrípetas y centrífugas, que «tiran» de la lengua en un sentido o en otro. En toda sociedad se producen simultáneamente tendencias de cambio y tendencias inmovilistas que prefieren frenar la andadura de una lengua que no puede sino caminar junto a la sociedad que la habla. Todas las tendencias son perfectamente legítimas. En el caso que nos ocupa, las guías «tiran» hacia una mayor feminización del español, mientras la RAE intenta frenar esa transformación. Mientras, la sociedad utiliza la lengua en una u otra dirección. Como en el caso de miembro, finalmente la RAE tendrá que reconocer los cambios, si llegan.

Curiosamente el informe de la RAE está lejos de reconocer que una de las características de las lenguas es su permanente estado de evolución. Quizá porque la mayoría de sus miembros no son lingüistas. El informe olvida de que la lenguas se trasforman junto a las sociedades que las hablan. Por eso no hablamos latín. Si una parte de la ciudadanía no se siente a gusto con un determinado uso verbal, por muy extendido que esté, es natural que busque otras formas de decir entre las que la lengua nos ofrece. Si yo compruebo que, al afirmar «este curso tengo unos excelentes alumnos rusos en clase», la gente piensa que sólo tengo chicos, acabaré diciendo «este curso tengo un excelente alumnado ruso» o «este curso tengo un grupo excelente de alumnas y alumnos rusos». ¿He conculcado con ello alguna norma?

Para la RAE, lo he hecho. A partir de 2001, en diversos comunicados y notas que culminan con el informe del pasado 1 de marzo, la Academia ha insistido en la validez del masculino para representar a ambos sexos, contra-argumentando la falacia (falacia en su opinión) de que las mujeres no estén incluidas en él, y ha considerado un error el uso de la doble forma (niñas y niños). Desde 2005, se remiten a su Diccionario Panhispánico de Dudas, donde bajo la entrada género se afirma que el masculino abarca a ambos sexos. Ahí se ofrece una entrada tomada (¡atención!) del propio corpus de las Academias de Español como ejemplo de utilización errónea («Decidió luchar ella, y ayudar a sus compañeros y compañeras») para concluir que el masculino «pudo y debió ser usado». Además de las dobles formas, para el Panhispánico son inadmisibles los dobles determinantes (las y los ciudadanos) y la arroba. La insistencia en la necesidad de evitar las dobles formas o la arroba, las arrebatadas defensas del masculino de algunos de sus miembros y las diversas explicaciones, argumentos y apologías a favor del masculino o del término hombre para representar a ambos sexos demuestran, en primer lugar, lo relativamente extendido de su uso y, en segundo lugar, la enconada resistencia de las Academias a su utilización. Pese a que, como luego expondré, el propio Diccionario de la RAE recurre a la doble forma y que esta ha estado en la lengua desde tiempos inmemoriales, nunca antes había sido prohibida expresamente. Se trata de un acontecimiento nuevo y muy significativo.

El informe de la RAE muestra su disconformidad con las guías que tratan de «conculcar aspectos gramáticales o léxicos» que «contravienen las normas de la RAE» a las que acabo de referirme. Máxime cuando «es cierto... que las mujeres no se sienten excluidas» de frases en masculino genérico. Mas lo que demuestran las «numerosas» guías es precisamente que muchas mujeres (quizá justamente aquéllas a las que quienes suscriben el comunicado parecen ignorar) han creído percibir que el español se usa y se ha usado durante siglos, entre otras cosas, para construir lo que ahora denominamos «género», es decir, las relaciones entre los sexos. Dicho de otra manera: que mediante la utilización de ciertas estrategias y de ciertas formas lingüísticas, se han venido creando y re-creando las relaciones sociales entre los sexos durante el patriarcado. Una sociedad que no concedía derechos a sus mujeres, que ignoraba sus ansias de realización plena y las encaminaba a dos únicos papeles, esa sociedad –digo–, en consonancia cabal, ha convertido en hegemónico un uso de la lengua donde las mujeres están invisibles o estigmatizadas. Mujeres a quienes no conoce la RAE «tiran» de la lengua para poder sentirse incluidas, nombradas y visibles. Y usos del español que llevan siglos vigentes, por ejemplo, la llamada doble forma, irrumpen de nuevo como uso mayoritario, en lugar de minoritario. Se utilizaba en El Cantar del Mío Cid, en el Libro de Buen Amor, en el romancero... para convertirse en un uso minoritario posteriormente. Lo curioso es que la propia RAE comete la ligereza de utilizarla en entradas como collazo, concuñado, sobrino, hábito... Cuando las mujeres reaparecen en los discursos y en la lengua en el siglo XXI, la doble forma vuelve a utilizarse con frecuencia. Es entonces cuando la RAE la proscribe.

Por eso sorprende la ingenuidad del informe al mostrar su indignación por no haber sido consultada la RAE en la elaboración de las guías y denunciar que «una serie de guías se hayan atrevido a invadir las competencias de la RAE y despreciar abiertamente sus criterios». La RAE parece olvidar que es una institución humana (financiada en parte por nuestros impuestos), no divina, y puede incluso, aunque a sus miembros les parezca imposible, equivocarse. Esa proliferación de guías de uso no sexista vendría, cuando menos, a demostrar una cosa: que parte de la sociedad ha perdido su fe en la RAE, no la venera como la guardiana de su lengua y de su mente y la ve como una institución anacrónica e ideologizada. No cabe duda de que desde su perspectiva no pueden percibir el hecho incuestionable de que su trayectoria histórica dista mucho de ofrecer confianza a las mujeres. Quizá por eso muchas de ellas no se sientan obligadas a someterse a «su norma» y no pidan permiso para hablar. Deberían preguntarse cómo se ha llegado a ello. Desde aquí invito a consultar en su diccionario la definición de pares de palabras (supuestamente simétricas) como felación-cunnilingus; alcalde- alcaldesa; macho-hembra; vagina-pene; madre-padre... o simplemente la definición de huérfano. Si esas definiciones se mantienen en la próxima edición de 2013 significará que hace años que sus miembros perdieron contacto con la sociedad en la que viven.

El espíritu de esas guías tan criticadas es sugerir cauces de expresión a quienes quieran hacer visibles a las mujeres en sus textos. Las guías sugieren, por ejemplo, que, en lugar de escribir «asociación de sordos», se puede redactar «asociación de personas sordas». Entender las razones de delicadeza, exactitud, justicia e inclusión de esa redacción (‘personas sordas’ y no ‘sordos’) es quizá más fácil que justificar la razón por la que la RAE, deprisa y corriendo, y sin ninguna pedagogía explicativa, aprueba una nueva ortografía justo antes de las compras de Navidad. Pero pobre de quien no la siga en los próximos exámenes de lengua española. Espero que su castigo no sea mayor que el que reciba el Sr. Bosque por conculcar, temerario, la sacrosanta norma vigente.


jueves, 8 de marzo de 2012

LA MENTE COLONIZADA Y LA CRISIS ECONÓMICA

"Vivimos en la barbarie por la degradación de los valores sustituidos ahora por los intereses. La crisis es la consecuencia de poner el beneficio por encima de todos los valores....es necesario que el poder pase a otras manos".

José Luis Sampedro, Presidente de Honor de Attac España, habla del desempleo, la globalización, europa y la crisis y nos dice que el primer paso es la toma de conciencia y la educación de las futuras generaciones con el objetivo de alcanzar la libertad de pensamiento, no una simple libertad de expresión de la mente colonizada.





NADANDO CONTRA LA VIOLENCIA

Loable el objetivo del nadador peruano Juan Antonio Orjeda, puesto que se ha propuesto sensibilizar a la población y a las autoridades de la violencia que se ejerce contra los niños y adolescentes. A través de su formidable desempeño como nadador nos invita a reflexionar sobre este flagelo.
Video tomado de La República

martes, 6 de marzo de 2012

LA ECONOMÍA POLÍTICA DE LOS CUERPOS


Compañero de ruta de Bataille, el francés Pierre Klossowski reflexionó en “La moneda viviente” sobre las vetas simbólicas del dinero y los sujetos como objeto de intercambio.


La economía política, nacida en Europa en el siglo XVIII, no sólo creó las bases de la actual ciencia económica, sino que también legó principios de análisis a otras ciencias más recientes. La antropología en el siglo XIX y la sociología, a principios del siglo pasado, se nutrieron de variadas teorías económicas para analizar las sociedades. Entre ellas está la que se consagra al intercambio de bienes. Si se siguiera la estela de estas influencias para el caso de Francia, no costaría encontrar en el intercambio el hilo conductor que lleva de la antropología de Marcel Mauss a la teoría estructuralista de Claude Lévi-Strauss, pasando por la sociología de Emile Durkheim.
Así, en 1933, y en medio de una relativa soledad teórica que el tiempo se encargó de acentuar, ese pensador singular llamado Georges Bataille escribió su clásico texto La noción de gasto. Bataille se apoyaba en el análisis que Mauss hizo de la institución social del potlach entre los indígenas del noroeste de Norteamérica, en la cual se genera la obligación entre grupos rivales de regalar todas sus posesiones. Y sostenía que en realidad el potlach expresaba una constante del ser humano en su vida social, que es la necesidad de gastar improductivamente, lo cual sin dudas comienza a caer fuera del ámbito tradicional de la economía. El gasto improductivo es algo crucial que, de no encontrar formas sociales de expresión, estallará por ciclos de manera catastrófica, un poco a la manera en que se resuelven las crisis de superproducción en la visión más tradicional del marxismo económico. De hecho, Bataille pretendió inscribir su teoría dentro del marxismo y muy bien no le fue. Luego de la Segunda Guerra Mundial publicó La parte maldita, con “La noción de gasto” como prólogo. En este libro se sinceró respecto de lo que espera de una concepción heterodoxa de la economía: “un sacrificio humano, la construcción de una iglesia o el regalo de una joya no tienen menos interés que la venta de trigo”. 
Fue Pierre Klossowski, compañero de ruta de Bataille, pensador libre y pintor, quien continuó la senda. La moneda viviente, texto publicado en 1970, traducido a fines de los 90 en nuestro país por la editorial cordobesa Alción y ahora reeditado por Las Cuarenta, es una respuesta compleja al desafío de Bataille y a la vez una ampliación más para la problemática del intercambio. Si Bataille podía hablar del gasto por fuera de la lógica de la producción de los bienes escasos, de su circulación y de su consumo, ¿no podría también pensarse en nuevas formas de moneda, que no estuvieran atadas a lo que hoy es el dinero?
Klossowski dice que en la esfera económica tradicional el análisis puede ajustarse a lo que Marx definía clásicamente como “el fetichismo de la mercancía”. Hay productores y consumidores que se relacionan mediante objetos fabricados que no son sólo objetos sino también fantasmas. Hay en ellos algo que escapa a la mera satisfacción de una supuesta necesidad, un halo mágico provisto por las equivalencias construidas por el mercado, para el cual una mesa vale cinco sillas. O sea, los objetos se vinculan entre sí como si su valor no proviniera del tiempo de trabajo socialmente necesario que requirieron. Allí, razona Klossowski, al lado de las mercancías “fetichizadas”, es necesario agregar la esfera “impulsional”, pues la vida social no está constituida sólo por sujetos enfrentados con otros sujetos en el mercado a través de objetos, sino también por sujetos que ven a los propios sujetos como objeto de intercambio, lo que les genera una emoción voluptuosa. 
Es evidente que aquí Klossowski, como señala Axel Gasquet, traductor y comentador deLa moneda viviente, muestra rastros de Sigmund Freud, o al menos un intento de pensar el ámbito psíquico y el económico de manera conjunta, completamente opuesta a los intentos de la escuela económica neoclásica y más adelante la neoliberal. Es que Marx y Freud resultan combinados con el marqués de Sade y Charles Fourier, los verdaderos inspiradores de Klossowski. El primero había establecido el principio de la prostitución universal, de manera tal que lo que conocemos hoy como perversión –término que siempre se desliza hacia un juicio moral, como ocurre con el sadismo– no es más que la institución social de ese apetito de los sujetos por tener a disposición completa a otros sujetos. El segundo había postulado al goce erótico, por encima del meramente sexual, como una necesidad, y al mismo tiempo había incluido a los intercambios pasionales, y en ellos al trabajo mismo –que deja de ser así la mera producción de objetos– dentro de una gran “economía libidinal”.
En este mundo ciertamente revolucionario –pues de hecho Sade y Fourier fueron personajes centrales de las sucesivas revoluciones francesas de los siglos XVIII y XIX–, ya no hay sujetos vinculados con objetos por un tipo de intercambio basado en equivalencias, sino sujetos que son el intercambio mismo, porque los cuerpos son reconocidos como la fuente de las emociones voluptuosas, incorporadas ahora al pensamiento económico. Esto es la “moneda viviente”: no el obrero, el esclavo o la prostituta, que son reducidos a objetos para ser explotados con o sin paga por ello, sino sujetos que se afirman como objetos para otros sujetos. “El cuerpo es dinero y fuentes de riquezas”, dice Klossowski.
“Ahora que lo releí varias veces, sé que se trata del libro más importante de nuestra época. Lo que ha realizado por todos nosotros está por encima de cualquier agradecimiento y reconocimiento”, le escribió Michel Foucault a Klossowski apenas publicada La moneda viviente. Foucault se cuidó bien de aclarar que lo releyó varias veces, pues efectivamente es un texto que no aparece en un primer vistazo. Cada una de sus oraciones parece decir algo y en realidad dice otra cosa, pero no algo que está oculto, sino algo que “ya estaba ahí”, como dice también Foucault, pero cuya comprensión requiere echar por tierra todo lo que se tiene por evidente. Por ejemplo, que sea censurable que un sujeto posea a otro, sólo porque la única forma de posesión imaginable es la de un objeto. 
Hace siete años, en Buenos Aires, el grupo de pensamiento experimental Soy Cuyano montó un show a partir de La moneda viviente. Se llamó “Galpón: Dejad que el chancho absorba” (www.gruposoycuyano.com.ar/galpon.html). Dicen que allí se quemó dinero para liberar los fantasmas del intercambio mercantil y que la inquietud de la platea requería pasar a la “moneda viviente”. Pero es como el texto de Klossowski: aquello que creemos que está pasando, ya pasó o nunca pasará. La moneda viviente espera a un mundo que está lejos de ser este.

Tomado de la Revista Ñ

LA HISTORIA DE LA NOVELA ESCRITA POR SARAMAGO A LOS 31 AÑOS



Tomado de la Revista Ñ

REPENSANDO LA PRESENCIA FEMENINA HOY

Ciclo de mesas redondas
5, 12 y 19 de marzo de 2012
 
 
A propósito del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, se invita al público a interpretar y debatir la (auto) percepción y la participación de las mujeres en la sociedad, la cultura y el Estado contemporáneos.
 
PROGRAMA
 
Lunes 5 de marzo
Mesa 1. Perspectivas críticas sobre lo femenino
  • “Descolonizando el feminismo: mestizaje y frontera en Gloria Anzaldúa” por Krys Ponce (literatura, UNMSM)
  • “Tres teóricas contemporáneas en los estudios sobre mujeres: M. Wittig, E Kosofsky-Sedgwick y B. Preciado” por Victoria Guerrero (literatura, PUCP/Universidad de Boston)
  • “Violencia sexual y género: descolonizando la representación de la mujer víctima en el Perú contemporáneo” por Raúl Rosales (antropología, UNMSM; estudios de género, PUCP)
Lunes 12 de marzo
Mesa 2. Las mujeres, las literaturas, las artes
Moderador: Nicola Torriti (estudios culturales, PUCP)
  • “Participación de las mujeres en la vanguardia literaria peruana (1920 – 1930)” por Vladimir Terbullino (literatura, PUCP; antropología, UNMSM)
  • “Las miradas de los otros y la sanción universal frente a la imagen de la perfección femenina en el cuento ‘La imitación de una rosa’ de Clarice Lispector” por María Julia Sulca (literatura y estudios de género, PUCP)
  • “La mujer como encarnación del mal en la música popular latinoamericana” por Arturo Sulca (literatura y estudios culturales, PUCP)
Lunes 19 de marzo
Mesa 3. Mujeres, derechos y ciudadanía
  • “Las agendas políticas y morales del duelo: mujeres y el movimiento de derechos humanos” por Karen Bernedo (comunicación social, UNMSM; antropología visual, PUCP)
  • “Las mujeres  y la cultura ciudadana: avatares, luchas y paradojas de la participación de la mujer en contextos democráticos” por Karen Suárez (antropología, UNMSM; gestión pública, UP)
  • “Un análisis de los estereotipos de género entre los funcionarios y funcionarias del MIMDES” por Bettina Valdez (derecho y gerencia social, PUCP)

Lugar: CENTRO CULTURAL BRITÁNICO (Auditorio Miraflores)
Jr. Bellavista 151/Malecón Balta 740 - Miraflores
Informes: 615-3636. Ingreso libre. Capacidad limitada

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Tomado de  La Mula.pe


La doctora Carmen Gonzáles, conocida también como la doctora ‘Cachetada’, aseguró que en nuestra sociedad actual los hombres tienden al sadismo y las mujeres al masoquismo en sus relaciones de parejas.

"En esta sociedad los hombres tienden al sadismo y las mujeres al masoquismo. (…) Cuando te encuentras con un hombre que, cuando su mujer llora, le dice: ‘Cállate, no ves que estoy con otra más joven que tú’; pero ella sigue llorando, él la quiere aplastar. Y es que el llanto de la mujer puede desencadenar que el hombre saque ese dolor guardado porque detrás de cada hombre prepotente hay un dolor que no fue calmado".
En entrevista con el programa Barra de Mujeres, la doctora Gonzáles agregó que pese a las dificultades que enfrentan, para las mujeres esta es una época maravillosa.

"Yo siento que estamos en una época maravillosa, cada día nos apoderamos de espacios dentro de la sociedad. (…) La mujer cambia todos los días: aprenden, van a la universidad, quieren tener un estatus diferente, lo cuadran al marido, ayudan a la vecina. Es decir, somos sensibles, solidarias, maravillosas".

En otro momento del programa estuvimos con la socióloga Patricia Ruiz Bravo, quien nos habló acerca de la identidad de la mujer peruana. Al respecto, señaló que aún es muy difícil que una mujer peruana declaré en público su desacuerdo en tener hijos.


"La maternidad sigue siendo un modelo. Es muy difícil que una mujer diga en público: yo no quiero ser madre. Sigue siendo considerada como una persona rara, problemática, tal vez traumatizada. No es visto todavía como una posibilidad legítima".


Por otro lado, Ruiz Bravo agregó que existen modelos físicos impuestos a las mujeres que generan actitudes discriminatorias.


"El modelo occidental que se ha impuesto de la mujer delgada, ágil, fitness es básicamente de mujeres de clase media que va unido a cierto color de piel, cierta actitud corporal. (…) Son modelos muy fuertes que marcan discriminaciones".


Aquí puedes ver el programa completo de Barra de Mujeres.



Este  artículo ha sido publicado en Barra de mujeres

lunes, 5 de marzo de 2012

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN EL CORAZÓN DEL SIGNO

A pocos días de conmemorarse el onomástico del gran escritor Gabriel García Márquez, el diario El Comercio le dedicó, el último domingo, un especial que reproducimos a continuación.









Para conocer algunos detalles sobre la vida del célebre narrador, recomiendo este video.

LA RAE CONSIDERA QUE CON LENGUAJE NO SEXISTA "NO SE PODRÍA HABLAR"

El pleno de la Real Academia Española (RAE) ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. Si se aplicara estrictamente cuanto defienden, explica el texto, "no se podría hablar".

A los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos. Algo que para la RAE "está firmemente asentado en el sistema gramatical español" y de otras muchas lenguas.

Concretamente, el informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, respaldado por todos los académicos asistentes al pleno del pasado jueves, analiza las guías de la Junta de Andalucía y de la Generalitat Valenciana, de las universidades de Málaga (junto con el ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, y de Comisiones Obreras -en colaboración con el Ministerio de Igualdad- y UGT. En ellos se recomienda, por ejemplo, decir "la ciudadanía", en lugar de "todos los ciudadanos", y sustituir "los becarios" por "las personas becarias", o "las personas sin trabajo" por "los parados".

Estas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", afirma Bosque, que reconoce que es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible".

Pero en esos textos se suele llegar a "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible": "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían la visibilidad de la mujer", concluye el académico.

El informe también sostiene que la sensibilidad defendida por las guías excluye las prácticas y el sentir general de los hablantes. "Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo 'Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón' debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución", ironiza el autor, que añade que las propuestas no remarcan lo suficiente que no están pensadas para el lenguaje común, sino para el oficial. Aunque algunas de ellas lo dicen "expresamente en las guías".

"La mayor parte de estas han sido escritas sin la participación de los lingüistas", continúa el texto en el que se asegura que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticaleso léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".

Bosque tiene claro que el propósito último de las guías de lenguaje no sexista es loable,porque quieren "contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral", pero, sentencia, no tiene sentido "forzar las estrucuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad" ni "impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real".

Tomado de Público



LA RAE CUESTIONADA

Rechazan términos discriminatorios difundidos por la Academia

Un proyecto de declaración fue presentado en la Cámara de Diputados para rechazar una serie de términos discriminatorios difundidos por la Real Academia Española.

La propuesta es impulsada por la diputada Mara Brawer (Frente para la Victoria) quien expresó su rechazo a que se difunda la definición de los términos «judiada» y «gitanada» sin la aclaración de que se trata de conceptos «estigmatizantes y discriminatorios» de colectivos sociales.


De acuerdo a un comunicado de prensa enviado a la Agencia Judía de Noticias, la legisladora oficialista también envió sendas cartas a la Academia Argentina de Letras y a la editorial Larousse en oposición a ambos términos. 


«Estas definiciones, sin mayores explicaciones, contribuyen a difundir imaginarios sociales racistas y xenófobos», argumentó Brawer para impulsar la medida. El diccionario enciclopédico El Pequeño Larousse ilustrado. Cien años custodiando la lengua española. 2012 define«judiada» como«acción mal intencionada o injusta hecha contra alguien» y en segunda acepción como «lucro excesivo y escandaloso».


En tanto que en el Diccionario de la Lengua Española,. vigésima segunda edición de la Real Academia Española, al cual se accede a través del diccionario virtual de la página web de la Academia Argentina de Letras, se define «gitanada» como «acción propia de gitanos» y como «adulación, chiste, caricias y engaños con que suele conseguirse lo que se desea». Asimismo, en ambas cartas, la diputada Brawer solicitó que al lado de cada uno de estos términos se aclare que se trata de definiciones discriminatorias, peyorativas y estigmatizantes, y que se realice una revisión general sobre todos los términos que puedan estar promoviendo representaciones discriminatorias.





sábado, 3 de marzo de 2012

LA CIENCIA TOMA LA FICCIÓN Y ... VICEVERSA

José Manuel Sánchez Ron
Catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid


La ciencia es conocimiento de la naturaleza, de los fenómenos que se producen en ella y de las leyes que los regulan. Pero para que exista ese conocimiento deben existir seres de carne y hueso que lo produzcan. Y las vidas, relaciones y circunstancias de todo tipo de esas personas constituyen un microcosmos en el que no falta ninguna de las pulsiones sobre las que se construyen y alimentan las obras literarias. Como temática posible, para el universo de la ciencia vale perfectamente aquella caracterización que realizó Aldous Huxley en uno de sus escritos (Literatura y ciencia; 1963): “El mundo al que se refiere la literatura es el mundo en el que los hombres son engendrados, en el que viven y en el que, al fin, mueren; el mundo en el que aman y odian, en el que triunfan o se les humilla, en el que se desesperan o dan vuelos a sus esperanzas; el mundo de las penas y las alegrías, de la locura y el sentido común, de la estupidez, la hipocresía y la sabiduría; el mundo de toda suerte de presión social y de pulsión individual, de la discordia entre la pasión y la razón, del instinto y de las convenciones, del lenguaje común y de los sentimientos y sensaciones para los que no tenemos palabras”. Y ello, aunque también sea cierto lo que añadía a continuación. “Por el contrario, el químico, el físico, el fisiólogo son habitantes de un mundo radicalmente diferente: el de las regularidades cuantificadas”.

Para el historiador de la ciencia, conocedor de las miles de historias que inundan el objeto de sus estudios; historias salpicadas o impregnadas hasta la médula de todo eso de lo que hablaba Huxley (drama, generosidad, ambición, estupidez, sabiduría, racionalidad, prejuicios…), puede resultar sorprendente observar que hasta no hace mucho la ciencia fue protagonista pocas veces en la creación literaria, y que cuando lo fue se trató mayoritariamente de obras de ciencia ficción (como las de Verne o Wells) o de otras en las que el científico aparece como el prototipo de individuo muy alejado del común de los mortales, como el Frankestein o el moderno Prometeo (1818) de Mary Shelley.

Pero los tiempos están cambiando. Ya hay hasta científicos que se atreven con la literatura, un hecho prácticamente insólito en otras épocas. Ejemplos notables en este sentido son el astrofísico Alan Lightman, la primera persona en conseguir un puesto conjunto en ciencias y humanidades en el Massachusetts Institute of Technology, autor del éxito de ventas Sueños de Einstein (1993), los químicos Carl Djerassi, más conocido por haber desarrollado la píldora anticonceptiva, y Roald Hoffmann, premio Nobel de Química en 1981 (y también poeta), autores de una obra de teatro, Oxígeno, o, entre nosotros, el biólogo molecular Francisco García Olmedo con Notas a Fritz (2004). Y no olvidemos a dos distinguidos astrofísicos ya desaparecidos: Carl Sagan, con su novela Contacto (1985), y, antes Fred Hoyle, que produjo novelas de ciencia ficción tan magníficas como La nube negra (1957).

Atractivas y meritorias como son obras del tipo de las anteriores, su calidad literaria es, en mi opinión, menor que las de escritores profesionales que se han adentrado en los terrenos de la ciencia. Aunque cada vez son más, me limitaré a citar a dos novelistas: Jorge Volpi, con su En busca de Klingsor y, sobre todo, No será la Tierra, y el prematuramente desaparecido Harry Thompson (1960-2005), autor de Hacia los confines del mundo, en la que uno siente vibrar el alma de Darwin y los que le rodearon en su viaje alrededor del mundo en el Beagle.

El campo de la ciencia en la literatura está abierto, y crecerá más porque cada vez es más patente e intensa la influencia de la ciencia y la tecnología en nuestras vidas. Y, no lo olvidemos, escribimos sobre lo que nos rodea y afecta más. ¿Qué puede aportar la historia de la ciencia, y los historiadores que se dedican a ella, a esa literatura? Hace menos de un mes, al tomar posesión de la presidencia de la Sociedad de Historia de la Ciencia estadounidense, Lynn Nyhart, especialista en historia de la biología, publicaba un artículo en el que abordaba cuestiones relacionadas con este asunto. “Somos los expertos, los que comprendemos mejor y nos preocupa más todo aquello que rodea a la producción de conocimiento científico”, decía. “Hemos estudiado cómo la ciencia se entrelaza con el nacionalismo, el culto al héroe, hemos teorizado acerca de las ambigüedades morales de la ciencia en una cultura saturada de mensajes sociales y económicos contradictorios. Conocemos la materia. Pero no nos pertenece”. Efectivamente, no nos pertenece. Ni deberíamos desear que nos perteneciese; debería ser un patrimonio social compartido. Lo que sí podemos es intentar aprender a escribir como lo hacen esos novelistas o dramaturgos que parecen haberse apropiado de nuestros trabajos.

Ya existen algunos historiadores de la ciencia que han mostrado las posibilidades de la profesión. Ken Alder, con La medida de todas las cosas (2002), es uno de ellos. Se trata de un libro ejemplar que al mismo tiempo que desarrolla una trama novelesca, nos enseña historia de la ciencia: la ejecución de uno de los más ambiciosos y nobles proyectos asumidos por la Revolución Francesa: medir, mediante triangulaciones, el arco de meridiano terrestre comprendido entre Dunquerque y Barcelona, para así poder establecer una nueva medida de longitud universal, el metro. Y otros, que han estudiado bien esa historia, han hecho buen uso de ella: el caso de Dava Sobel y su Longitud (1995), que fue un éxito mundial de ventas.

También, como señaló Nyhart, podríamos animar a nuestros estudiantes de historia de la ciencia a convertirse en, por ejemplo, novelistas, dramaturgos o guionistas de cine. Constituiría un buen servicio a la sociedad. Hay una lección que parece no hemos aprendido demasiado bien, especialmente en nuestro país: no todos aquellos que realizan una tesis doctoral en disciplinas del tipo de, digamos, la física teórica, la biología molecular, la filosofía moral, la historia medieval, la filología o la historia de la ciencia tienen por qué dedicarse a investigar en ella. De hecho, es imposible que todos lo consigan. Pero sí que pueden intentar aplicar sus habilidades en otros campos, aunque parezca que la relación es remota. Puede que no lo sea, o que lo que es remoto lo conviertan en cercano. El mundo, recordemos, no conoce fronteras, es interdisciplinar. Las fronteras las ponemos nosotros.

Tomado de El País