El pleno de la Real Academia Española (RAE) ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. Si se aplicara estrictamente cuanto defienden, explica el texto, "no se podría hablar".
A los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos. Algo que para la RAE "está firmemente asentado en el sistema gramatical español" y de otras muchas lenguas.
Concretamente, el informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, respaldado por todos los académicos asistentes al pleno del pasado jueves, analiza las guías de la Junta de Andalucía y de la Generalitat Valenciana, de las universidades de Málaga (junto con el ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, y de Comisiones Obreras -en colaboración con el Ministerio de Igualdad- y UGT. En ellos se recomienda, por ejemplo, decir "la ciudadanía", en lugar de "todos los ciudadanos", y sustituir "los becarios" por "las personas becarias", o "las personas sin trabajo" por "los parados".
Estas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", afirma Bosque, que reconoce que es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible".
Pero en esos textos se suele llegar a "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible": "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían la visibilidad de la mujer", concluye el académico.
El informe también sostiene que la sensibilidad defendida por las guías excluye las prácticas y el sentir general de los hablantes. "Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo 'Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón' debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución", ironiza el autor, que añade que las propuestas no remarcan lo suficiente que no están pensadas para el lenguaje común, sino para el oficial. Aunque algunas de ellas lo dicen "expresamente en las guías".
"La mayor parte de estas han sido escritas sin la participación de los lingüistas", continúa el texto en el que se asegura que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticaleso léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".
Bosque tiene claro que el propósito último de las guías de lenguaje no sexista es loable,porque quieren "contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral", pero, sentencia, no tiene sentido "forzar las estrucuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad" ni "impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real".
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